martes, 22 de abril de 2014

“Un azote a tiempo evitará otros azotes a destiempo"


    Hoy en día, el mal comportamiento de los niños es más patente en la sociedad y no es más que por la falta de disciplina y la falta de educación. Los padres son los responsables del comportamiento de sus hijos y su deber es enseñarles a comportarse. Un cachete a tiempo es necesario para su aprendizaje.

   

  La imposibilidad de razonar con los niños por medio de las palabras obligan a los padres a interactuar de una forma en la que el niño entienda el mensaje claramente. Los niños no necesitan largas charlas o explicaciones, necesitan saber qué es lo que se puede hacer y lo que no y es por eso que los padres juegan el papel más importante a la hora de poner los límites.
   
   Es conocida por la sabiduría popular el refrán que dice “Quién bien te quiere, te hará llorar.” El amor a los niños implica una disciplina y una serie de castigos que cada padre/madre tiene que imponer a sus hijos, reconviniéndoles todas las veces que haga falta.

    Últimamente se han oído casos de hoteles y restaurantes e incluso de aviones que prohíben la entrada a los niños. Todo esto por culpa de su incorrecta conducta, permitida por sus padres. La educación y la manera de comportarse de los niños según la situación, las personas y el lugar, son aspectos que se están perdiendo según el paso de las generaciones y si no se enmienda esta conducta, la presencia de los niños estará vetada en cualquier sitio.

    En conclusión, no se trata de infligir daño físico de manera gratuita, sino de un hecho puntual en la que se intenta advertir, corregir lo inadecuado de una conducta y dejar claro lo que es aceptable y lo que no. Un azote a tiempo evitará otros azotes a destiempo.

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